jueves, junio 19, 2008

Alpargatas SI, libros NO (o asado con el parquet)

Supongamos que el pijo niño tiene nombre, Esteban ponle, porque en definitiva el nombre es lo que menos importa. Si bien no nos importa el nombre de Esteban , si nos importa su entorno. Ese entorno que arrastras desde el mismo momento en que naces, porque es así. No podes escapar de eso. Cierro los ojos y sin esfuerzo lo veo. La casa se encuentra en Tucumán. Modesta pero bien. Es la casa de los abuelos. Allí vive con sus padres. La casa es lo suficientemente amplia para que no se haya tenido que sacrificar la sala de costura en una nueva habitación. El cuarto de costura, detenido en el tiempo. Cuando entras lo primero que ves es el retrato del General y Señora. El retrato acusa que todo tiempo pasado tuvo más gloria que este presente. La corona, la reina, el fetiche del cuarto es la máquina de coser "Singer". Emblema propagandístico del régimen, cual estandarte nazi. Al modo del Louvre donde lo que existe no solo es La Gioconda, diversos símbolos, fotos del abuelo con los dedos en "V", laureles, una cinta negra de luto con la estampa de la Señora, trenes en miniatura (industria nacional). Esteban creció oyendo la pasión y fervor de la propaganda. Historias fantásticas de un país regido por dos ángeles que tiraban dinero desde un tren, dos férreos héroes que le quitaron los ferrocarriles a los ingleses. Dos Reyes Magos a los que les escribías una carta y recibías tu juguete. Los padres de Esteban guardan una fosca pasión también. Aunque ellos llevan un sabor más amargo, mantienen esa dañada fogosidad en el pecho. Ellos vivieron una realidad menos romántica. Ellos son los imberbes que el General no quiso en su retorno. Pero como toda religión. No importa cuanto nos rebelemos ante ella. Siempre la sentirás en tu corazón. Esteban siente ese flama. La siente en su pecho con las historias de sus abuelos. Con la pasión molida a bastonazos de sus padres. Esteban sabe que las cosas pueden volver a ser lo que eran. La historia tropieza con las mismas piedras como lo hace todo mortal. Se puede volver a repartir "Singers" a las amas de casa, pueden volver los trenes (industria francesa). Esteban sabe que con ese viaje está honrando las creencias de su abuelo. Sabe que puede devolverles la fe quebrantada a sus padres. Sabe que el tiempo es AHORA y que se debe acabar con las injusticias. Sabe que el General y Señora no volverán. Pero tenemos a sus herederos novelescos para la repartija de billetes. Sí. Esteban viajará a brindar su apoyo, todo encaja, hasta el asueto decretado para gritar contra la oligarquía.

Desenlace (este llegó en un correo de mi buen amigo Pablo, siempre tan lúcido en retratar las pasiones de la gente).

Increíble ese pobre tipo que se vino desde TUCUMAN en micro, 20hs de viaje, adobado a tetra, para morir en la plaza de mayo ¡APLASTADO POR UNA LAMPARITA DE ILUMINACION! O sea... mas bizarro que eso no puede haber NADA... Pero este país, todo lo puede.

3 comentarios:

Rita Zanola dijo...

Lucidez, poder de síntesis... ése es mi amigo Pablo.
Le adoro

Lake dijo...

Usted más que gorilla es un Donkey Kong...

Anónimo dijo...

lo terrible queridos mios es que este pais atrasa 50 años mientras el mundo avanzo como corresponde..... el peronismo sigue siendo el cancer de este pais analfabeto y mediocre como todos esos que fueron a la plaza....
y no ser gorila o no ya que ese debate esta envejecido sino se trata de ser realista....
besos doctos